viernes, 21 de febrero de 2020

Minicasa rebonica en Los Sims 4

¡Hola, hola! ¿Cómo estáis, queridos sleepysaurios?

He vuelto, sí. No soy un fantasma ni una aparición: soy yo haciendo un poco el paripé. Lo sé, lo sé… Hacía chorrocientos millones de años que no actualizaba este rincón. Ya sabéis que la constancia y yo no nos llevamos precisamente bien... Pero, ¡tranquilos! Estoy intentando remediarlo. ¿Cómo? Retomando este blog y enseñándoos todo tipo de locuras. ¿Queríais recetas? Tendréis recetas. ¿Os molaban mis creaciones en Los Sims 4? Tendréis todas las que queráis y más. ¿Hauls, reflexiones, inspos, ilustraciones, contenido sobre mis proyectos? Todo, todito, todo. Que no se diga que no os mimo. Vengo a darlo todo. Estoy abierta a sugerencias, también. Aprovechad y pedidme lo que queráis, que me estoy viniendo muy arriba. He estado en stand by con todos mis proyectos en general, pero ahora he vuelto a la carga. Me siento con fuerzas, ganas e ilusión y tengo muchísimas ganas de enseñaros todo lo que tengo entre manos.

Reabro sleepysaurio con vicio. Hacia también otros chorrocientos millones de años que no paraba un momentito para jugar a Los Sims 4. No sé si lo sabréis, pero soy FAN ABSOLUTA de la saga.  No quiero ni saber la de horas invertidas porque quizá me da un parraque. Los he jugado todos y en todas las plataformas, desde el primero hasta el último. Bueno, menos algunas expansiones de Los Sims 4 porque la economía no da, pero se intenta. Por cierto, ¿alguno de vosotros ha jugado a Los Sims 2 para la Nintendo DS? Ese en el que eras gerente de un hotel en Las Rarezas. Molaba muchísimo y era diferente. Ojalá saquen algo del estilo para la Switch, porque me tiraba de cabeza sin pensarlo. Me gustaría volver a jugar al de la DS, pero perdí el cartucho durante la mudanza. En fin, siempre me quedará el bonito recuerdo y el vicio que tuve con esa maravilla de juego.

Esta tarde he estrado enfrascada en una casa que será todo lo mini que queráis, pero es bien bonica. Es una construcción abierta -menos el baño, claro, hay que tener cierto sentido de la intimidad y la decencia- para dar sensación de amplitud. Es pequeñita, pero funcional. ¡No le falta de nada! Cocina, salón, comedor, baño, estudio y habitación. Tiene incluso piscina y una zona chillout con plantitas porque en mis casas nunca, repito, NUNCA pueden faltar las plantitas. En general suelo hacer casas pequeñas -menos trabajo, no os voy a mentir-, de ahí que quiera vender mi alma por el pack de expansión de Minicasas… Y también por el nuevo Animal Crossing, pero de eso ya hablaremos en otro momento. Porque hablaremos, ¿eh? Os vais a hartar de verme gritar cual Mr. Resetti -pobrecico mío, que le han despedido para el New Horizons- el 20 de marzo.

La decoración es muy Ikea porque yo soy muy Ikea. bueno, bonito y barato. Me gusta que en las casas pequeñas predomine el blanco y la madera -amplitud, amics, y el blanco nunca falla. El truco está en los pequeños detalles, toques de color… Y LAS PLANTITAS. De verdad, no hace falta ser un as en esto de la decoración. ¿Quieres una casa sencilla y bonita? Blanco, algo de madera, detalles en color y PLANTITAS. ¿Que se os mueren? Pues las hay de plástico, pero las plantas NO pueden faltar en un hogar.  A mí me gustan los colores vivos como el amarillo, el azul o el rojo. Son colores que nunca fallan y que suelen quedar muy bien con la madera o el blanco. En este caso he tirado más de grises porque, al ser tan chiquitina, no he querido recargarla en exceso. Estoy pensando en hacer una casa estilo brujil. ¿Qué os parece? Mucha madera oscura, plantas, muebles antiguos… Intentaré hacerlo sin CC -contenido personalizado, mi guilty pleasure. Si os gustan este tipo de entradas, ¡ya sabéis! Me lo comentáis y seguiré produciendo casas como si no hubiera un mañana.


Os he hecho también algunas fotos -de noche y con el juego en pausa porque desastre se nace, pero prometo mejorar- de los detallitos de la casa, porque tiene muchos. Me paso más rato colocando figuritas y chorradas del estilo que construyendo en sí. Lo parezca o no, soy muy perfeccionista. Me gusta que todo tenga esencia, que esté cuidado con mimo y esmero. De ahí que haya estado dos horas de mi vida solo para hacer esta minicasa. Dos horas bien invertidas, ¿eh? Porque, no sé vosotros, pero a mí este juego me ha ayudado a saber cómo quería decorar el piso y mi futura casa -soñar es gratis. Hablando de piso, casas y decoraciones… Estoy trabajando en una entrada sobre mi nidito. ¡Home tour! Con fotos bien tiradas, con la réflex, nada de escatimar en gastos. Os enseñaré todas las habitaciones y los detallitos y secretos que esconden. Stay tuned, que esto solo acaba de empezar.

Ya para terminar… ¿Os gusta la casita? Yo he de admitir que estoy enamoradica. Si pueda firmar para mudarme ipso facto lo haría a la de ya. ¿Vosotros jugáis a Los Sims? ¿Qué es lo que más os gusta del juego? ¡Contádmelo! 

¡Nos vemos pronto, sleepysaurios!


jueves, 8 de noviembre de 2018

Mimarse de vez en cuando está (más que) bien

¡Hola a todos!

No os voy a mentir; no es que me haya quebrado mucho la cabeza para decidir la temática de la entrada de hoy. Acabo de llegar del curro, estoy en las últimas y sigo -y seguiré- en pijama, así que he creído conveniente aprovechar lo que queda de día y hacer un poco de rutina Lush. Para aquellos que no sepáis de lo que hablo, ¡tranquilos! Vengo a iluminaros. Lush es, por el momento, mi marca de cosmética predilecta. Lo cierto es que la descubrí hace relativamente poco, pero agradezco muchomuchísimo que mi novio me dijera oye, en esta tienda tienen potingues de esos que te gustan y huelen raro. Sí, me gustan. No, no huelen raro. Huelen tan bien que a veces abro los potes solo para olerlos -no, no estoy chalada-.  Se trata de una marca 100% vegetariana y cruelty-free, además de que todos sus cosméticos son hechos a mano. Recuerdo que lo primero que compré fue la mascarilla hidratante R&B y no podría estar más encantada con los resultados.

Antes de hacerle chaschas a mi pelo y dejármelo por encima del hombro lo llevaba larguísimo. Algunos sabréis -otros no- que lo tengo rizado, y el pelo rizado es un infierno -bonito, pero un infierno-. Estaba seco y hecho polvo -porque, vamos a ser sinceros, no es que yo me cuide una ****** en general-, pero desde que uso R&B está sanísimo, suave y brillante. Una de las cosas que más me gustan de Lush es que los botes son interminables. En serio, no se acaban nunca. El producto cunde muchísimo, así que el dinero invertido merece la pena. R&B lleva aceites y mantecas que ayudan a hidratar y a curar el cuero cabelludo. Además, huele fenomenal -lleva aroma a laurel y azahar-. Me lo aplico una o dos veces a la semana en las puntas -puedes aplicarlo en pelo seco o húmedo- y va que chuta. Este producto lo compré en la tienda física de La Illa, en Barcelona. Hablé con la dependienta y le supliqué por un tratamiento para definir y sanar mis rizos y, sí, la clavó. Además, me dio un par de muestras gratis -un tónico y un exfoliante- y me dije ah, bandidos, seguro que vuelvo.


R&B 22,95€ / 225g -el bote pequeño, de 100g, cuesta 17,95€
Al ver los fantásticos resultados de la mascarilla me tiré a la piscina y decidí probar un par de productos más. Esta vez, no obstante, hice la compra online. Tengo piel atópica y, como me cuido entre poco y nada, siempre voy hecha un Cristo. Bueno, eso y que gracias a mis niveles estratosféricos de ansiedad me salen granitos cada dos por tres. Me hicieron a oscuras, sí. En fin, a lo que vamos. Para el rostro me decanté por el exfoliante Dark Angels y la mascarilla Mask of Magnaminity autoconservante y qué decir. El exfoliante es una maravilla. Lleva azúcar negro, carbón, aceite de aguacate y barro de Rhassoul, entre otros. Me deja la piel suave como el culito de un bebé. Tanto, que me pasaría el día acariciándome la cara. Me la aplico por las mañanas y me siento limpita y fresca durante el resto del día. La mascarilla, no obstante, se me hace un poco engorrosa -no me gusta dejarme potingues en la cara durante 5 o 10 minutos-, peeero los resultados hacen que me aguante. Al retirarla también exfolia, así que es como un 2x1. Me la suelo aplicar unas dos veces por semana y desde que la utilizo me noto la piel menos grasa y con menos granitos.





Mask of Magnaminty 6,95€ / 125g - Dark Angels 9,95€ / 100g
Haciendo compras online se me tiene que vigilar de cerca porque se me va un poco la pinza. Ya que estaba compré también un exfoliante de labios porque -como el resto del pack- los tengo que dan miedo. No es que los tenga cortados, es que tengo trincheras. Me decanté por el Mint Julips porque los otros tenían aromas dulces y yo soy más de menta y cosas que piquen -lo que pica, cura-. El caso es que me los exfolia estupendamente y además me los hidrata, dejándome un savorcillo mentolado que me tiene enamorada. Como los de Lush saben muy bien lo que se hacen, también me enviaron muestras gratis. Tres, para ser más concretos; un exfoliante, un champú y un bálsamo. Ocean Salt es un exfoliante que, muy probablemente, compre cuando termine el que tengo ahora. Huele de m a r a v i l l a y los resultados son igual de geniales. Te deja la piel tersa, limpia e iluminada. Cuando abrí la muestra de Fairly Trated Honey me dio toa' la grima, porque literalmente parece miel en un tarro. Al probarla, me callé. Como he dicho no soy muy de aromas dulces pero he de decir que huele fenomenal y que te deja el pelo súper suave. Lip Service es un bálsamo que, sí, huele muy bien e hidrata, pero que seguramente no compraré -tengo muchos bálsamos en casa que no utilizo aunque debería, así que-.


Mint Julips 7'50€ / 25g
 Ocean Salt 12,25€ / 100g - Fairly Traded Honey 10,50€ / 110g - Lip Service 8,95€ / 12g
En definitiva, adoro esta marca y descubrirla me ha abierto las puertas a un nuevo mundo. Sí que es cierto que los precios, al principio, me tiraban un poco para atrás. Pero, como ya he dicho, los productos cunden muchísimo -pero muchísimo- y los resultados son espectaculares. Estoy intentando pasarme a productos veganos/vegetarianos y dejar de lado completamente marcas que no sean cruelty-free. Hay otras marcas que ya me habían recomendado como The Body Shop, Rebellum Store, MiVUB, Weleda o Naobay que iré probando, así que tendréis reseñas al respecto por aquí ahora que me ha dado por mimarme una poquita. Y vosotros, ¿habéis probado algunas de estas marcas? ¿Qué os parecen y qué productos recomendáis?

¡Que paséis una buena tarde de jueves! No como yo, que voy a estar enganchada a Netflix con mi manta-dinosaurio intentando no echar la vida por la boca cada vez que toso.

lunes, 29 de octubre de 2018

Mis cámaras

¡Hola, pequeños dinosaurios!

Hoy os traigo una entrada que a priori puede parecer un poco tonta, pero que tiene un significado especial para mí. Sí, hoy os vengo a hablar de mis niñas: ¡mis cámaras! No es que tenga muchas pero las que tengo son como mis hijas -en serio, no las toquéis sin mi permiso u os hundo el pecho-. El mundo de la fotografía siempre me llamó la atención y, aunque no me considero una profesional en el campo, reconozco que es una de mis mayores pasiones. Por cierto, no es que quiera hacer spam ni nada por el estilo, pero por aquí cuelgo alguna que otra cosilla de fotografía, por si queréis echar un vistazo y tal-. Bueno, vamos al lío.


A esta cámara de aquí le tengo un cariño especial. ¿Por qué? Pues porque fue mi primera cámara. Era de mi tío y, bueno, me gustaría decir que la heredé o algo así, pero en realidad se la tomé prestada y nunca se la devolví -lo siento, soy una sobrina despreciable-. Como podréis apreciar, se trata de una cámara analógica Praktica modelo B100. La pobre tiene ya sus añitos, sí, pero sigue dando guerra. De todas formas, tengo que llevarla a arreglar porque el disparador va un poco cuando le da la gana -se queda encallado o dispara sin permiso-. Con esta cámara he hecho muchísimas, pero muchísimas fotos -en su mayoría de viajes familiares, reuniones, etc.-, así que con ella he inmortalizado muy buenos recuerdos.


La siguiente cámara es una joyita. Se trata de una Polaroid 1000 que compré de segunda mano y a muy buen precio -35 euros, para ser más exactos-. Fue una de esas gangas que solo encuentras una vez en la vida. Tiene también sus añitos y es algo que se nota en la calidad de las imágenes, para qué mentir, pero me encanta el toque viejuno que le da a las fotografías. Las películas las compro en la tienda física Dosmil2000, en Barcelona. Es una tienda chiquitina que tiene cosas de lo más peculiares -fotografía, música y mil cosas rarunas-. Si tenéis tiempo y ganas os animo a pasaros por allí, porque la tienda en sí parece un museo de antigüedades.
Esta es mi Instax Mini 9 -la quería en amarillo pero este modelo solo está en verde, azul, rosa y blanco. Viene siendo una Polaroid pero más moderna. Fue mi autoregalo de cumpleaños -funda incluida- porque una se tiene que querer mucho y punto pelota. Es una cámara portátil que te puedes llevar a cualquier lado porque no ocupa apenas espacio y pesa cero. Sencilla y fácil de utilizar. Con ella suelo hacer fotos a momentos especiales o significativos para guardar la instantánea con la fecha y el lugar. Lo bueno de esta cámara es que es muy popular y los carretes los podéis conseguir en prácticamente cualquier tienda. De todas formas, recordad que tenemos a nuestro Dios todopoderosos Amazon y allí podréis conseguir cualquier cosa sin ningún tipo de problema -si SEUR os envía el paquete entonces sí, tenéis un problema-. Como veis, las películas de esta cámara son más pequeñas y rectangulares que las de la Polaroid 1000.


Aquí tenemos a mi querida Diana F+. Es una auténtica preciosidad hecha de plástico que, sinceramente, parece de juguete. Esta es una reproducción -y homenaje- de la cámara de culto de medio formato de los años 60. Es un clásico analógico en toda regla con el que podemos llegar a experimentar muchísimo. Eso sí, si no estás acostumbrado al formato analógico te puedes volver loco. Dispara exposiciones múltiples y fotografías pinhole. Además, podemos utilizar dos formatos de imagen -12 o 16 fotogramas- y tenemos la posibilidad de "coser" los fotogramas para conseguir imágenes panorámicas.  Vamos, que mola muchísimo y pueden conseguir locuras con ella. Ah, ¡recordad que utiliza todo tipo de película de 120! No os equivoquéis o tendréis que comprar un adaptador.

Bueno, pues ahora toca hablar del monstruo: mi Canon EOS 6D Mark II. El full frame es otro mundo, de verdad. Estuve mirando modelos de cámara hasta que se me derritieron las retinas y al final me decanté por ella. ¿Opinión final? Es m a r a v i l l o s a. Dinámica, súper fácil de pillarle el truco y de utilizar y con resultados espectaculares. Además, tiene Wi-Fi con NFC y Bluetooth y oh, God. De verdad, es de lo más útil. Puedo pasar las fotos a cualquier dispositivo desde cualquier sitio y en cualquier momento. Que, a ver, ahora prácticamente todas las cámaras tienen Wi-Fi, pero es que aquí la pobre estuvo con la misma réflex desde los 16 hasta los 22 y se ha perdido este tipo de maravillas. Pero, Rachel, alguna pega tendrá. Bueno, sí, las tiene. Pesa una barbaridad y es enorme, así que muy portátil no es que sea. Si utilizas Canon no será un problema -te acabas acostumbrando-, menos si sueles llevar tu equipo en una mochila específica para guardar cámaras. Si el precio se os dispara -sí, cuesta un riñón- también tenéis la Canon EOS 6D, que también es una muy buena cámara para pasarse a un formato más profesional.

Espero que, con el tiempo, pueda ir aumentando la colección -mi lista de deseos de Amazon es un catálogo de fotografía. Y vosotros, ¿qué cámaras tenéis u os gustaría tener? ¡Decídmelo en los comentarios!
© sleepysaurio
Maira Gall